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martes, 6 de octubre de 2009

Colgate


Odio el anuncio de televisión de Colgate.

Cada vez que oigo ese "es por eso que" me dan ganas de reventarle la cabeza al que escribió el texto del anuncio (o al director de campaña que se quiso ahorrar unos duros y no contrató a un corrector (para qué si tengo el del Word).

Según la Fundéu:

es por eso que

Esta construcción galicada debe sustituirse por es por eso por lo que.

Sustitúyase esta expresión influida del francés por es por eso por lo que o por eso es por lo que o, simplemente, por eso.

Yo estoy más de acuerdo con decir simplemente "por eso", para qué narices complicarse más la vida dando rodeos.

Nuevo blog

Me he metido en un proyecto que no sé cómo saldrá, a lo mejor me acabo de meter en un berenjenal del que a ver si salgo, pero, bueno, yo tengo esperanzas.

Pues resulta que se ma ha ocurrido hacer un blog con mis chinos de ESIC. Así les podré poner actividades más interactivas, ellos pueden participar más usando un español más real y podemos compartir cosas con otros estudiantes.

De momento parece que la idea les ha gustado y ya han publicado información sobre ellos y fotos, a ver si todo sigue así.

Os pongo el enlace por si queréis echarle un ojo y dejar algún comentario (nos haría mucha ilu): http://estudiantesespanol.blogspot.com

domingo, 4 de octubre de 2009

Borracho

LA PALABRA DEL DÍA

Por Ricardo Soca

http://www.elcastellano.org/palabra.php


Los envíos de La palabra del día están recopilados en tres libros ―La fascinante historia de las palabras, Nuevas fascinantes historias de las palabras y La milenaria historia de las palabras― totalmente independientes entre sí, cada uno de ellos ordenado de la a a la zeta.

Estas obras, escritas en lenguaje llano y ameno, accesible a todos los públicos, constituyen un viaje cautivante a través de los siglos y de las civilizaciones en busca del origen más remoto de las palabras que empleamos en nuestra vida cotidiana. Constituyen una introducción accesible a la historia de las palabras, escrita con rigor implacable, pero de lectura agradable incluso para los principiantes.





LA PALABRA DEL DÍA

borracho

En muchas regiones rurales de España, aún hoy es habitual servir el vino en odres o botas de cuero, usados desde muy antiguo con este objeto. En el catalán del siglo XIV y en el castellano del siglo XV, estos odres se llamaron borracha, palabra que, según Corominas, se habría formado por el cruce de las voces catalanas botella (odre) y morratxa (redoma). A su vez, esta última palabra se derivaba del árabe mirassa, que también significaba 'redoma'. Más adelante, se llamó en español borracho al sujeto que, igual que la bota, estaba 'lleno de vino', o sea, embriagado.

Del cuento de Juan Carlos Onetti El pozo:

Estará preso por borracho o alguna máquina le habrá llevado la cabeza en la fábrica. También es posible que tenga alguna de sus famosas reuniones de célula. Pobre hombre.
En portugués, borracha, con a final, es el sustantivo que designa el caucho. El etimologista Antonio Geraldo da Cunha afirma que la palabra portuguesa fue tomada del nombre de los viejos odres españoles de cuero, para designar el nuevo material conocido en el siglo XIX.

domingo, 30 de agosto de 2009

Nuevo país


Los de Bosh han descubierto un nuevo país: Hungaría. No sé si a los habitantes de Hungría les va a hacer mucha gracia esta traducción.

Barbacoa

Parece que en la tienda de bricolaje Aki no saben muy bien cuándo hay que poner tildes.
Supongo que os habréis dado cuenta de que "barbacoas" es una palabra llana que termina en -s y no debe llevar tilde, ¿no?

jueves, 20 de agosto de 2009

Meteorología

«meteorología» y «climatología»

La Fundación del Español Urgente advierte del uso erróneo de los términos meteorología y climatología para referirse al estado del tiempo en un lugar y momento determinado, especialmente en los espacios dedicados a la previsión del tiempo.

Meteorología es 'la ciencia que trata de los fenómenos atmosféricos' y climatología es 'la ciencia que estudia los climas, es decir, las condiciones atmosféricas habituales en un lugar determinado'. Por lo tanto, si decimos que «hoy llueve en Madrid» estamos refiriéndonos a la meteorología pero si, por el contrario, lo que se afirma es que «en el norte de España llueve con frecuencia» nos estamos refiriendo a la climatología propia de esa zona.

En cualquier caso, ninguno de los dos términos son los apropiados para hablar del estado del tiempo atmosférico. En este caso se hablará de «condiciones atmosféricas», «mal tiempo» o «buen tiempo»: «Las condiciones atmosféricas no serán favorables para emprender esa expedición», «Se espera buen tiempo para el fin de semana» o «El mal tiempo obligó a suspender la corrida».

La Fundéu BBVA recomienda que se eviten los términos meteorología y climatología para hablar del tiempo previsto y sí se empleen «condiciones atmosféricas», «buen tiempo» o «mal tiempo».

martes, 18 de agosto de 2009

Signo de interrogación inicial

¿Por qué usamos signo de
interrogación inicial?

Con frecuencia nos preguntan por qué el español es la única lengua que emplea el signo de interrogación inicial, y cuál es el origen del signo final de interrogación empleado en todas las lenguas europeas modernas. La respuesta nos la trajo al Foro Cervantes María López-Contreras González, quien investigó el tema en la red.

1º) - En la mayoría de los idiomas se utiliza un único signo de interrogación al final de la frase interrogativa: How old are you? (Inglés: ¿Cuántos años tienes?). Este fue el uso habitual también en español, hasta mucho después de que la segunda edición de la Ortografía de la Real Academia, en 1754, declarase preceptivo iniciar las preguntas con el signo de apertura de interrogación invertido, (¿) y terminarlas con el signo de interrogación ya existente (?) – ¿Qué edad tienes?–, al tiempo que se ordenaba lo mismo para los signos de admiración (¡) y (!).

Este criterio, en realidad, no se generalizaría hasta casi un siglo más tarde, ya que desde esa fecha de mediados del siglo XVIII hasta mediados del XIX la Real Academia Española no tuvo, ni mucho menos, el carácter corporativo e institucional que le iba a conferir la monarquía isabelina posteriormente. Las imprentas siguieron editando según la costumbre: ubicaban solamente un signo al final de las frases interrogativas o exclamativas.

Si los signos iniciales se extendieron en las tipografías, no se debió a que el español tenga el problema de que no se sabe en qué momento se inicia la frase interrogativa o admirativa (la sintaxis de otras lenguas también desconoce ese momento), sino al carácter forzoso que dio la monarquía a los criterios de la Real. La norma de los signos de interrogación y exclamación iniciales fue impuesta, simplemente, de la mano de la Gramática oficial de la institución monárquica. Su carácter compulsorio estaba limitado al muy reducido ámbito idiomático de España (ver, por ejemplo, la resistencia de Chile).

Una solución intermedia muy corriente consistió en utilizar los signos de apertura sólo cuando el enunciado era largo, o con riesgo de ambigüedad, pero no para las frases breves y claramente interrogativas, como Quién vive?
http://es.wikip edia.org/wiki/Signos_de_interrogaci%C3%B 3n

2º) - Qué son los signos de puntuación y cuál es su historia.

Los signos de puntuación son herramientas específicamente creadas para ayudar a los lectores a comprender el significado de los textos. En los inicios de la escritura alfabética los textos eran muy diferentes de los actuales; estaban compuestos por letras que formaban una aglomeración consecutiva y compacta, en la cual no había ninguna puntuación. Esto hacía tan difícil su lectura que era indispensable leerlos en voz alta, para ir demarcando con el tono de la voz las palabras y las frases.

Fueron necesarios por lo menos quince siglos para que se produjera la separación gradual de las letras de los textos en palabras y frases. En los comienzos de la Edad Media se adoptó la costumbre de poner las frases en líneas separadas; luego aparecieron la coma y el punto; posteriormente se adoptaron las mayúsculas iniciales, los paréntesis, la separación entre párrafos, hasta llegar a la diversidad de signos que tenemos hoy. Este desarrollo de la puntuación hizo posible la aparición de la lectura silenciosa a la que ahora estamos habituados.

La historia de la escritura en Occidente subraya un hecho clave: el lector es quien se beneficia del buen uso de los signos de puntuación. Cuando un autor, al escribir un texto, cuida la puntuación, no lo hace por un vano alarde de erudición sino porque tiene interés en que sus lectores entiendan lo que dice. El mal uso de la puntuación indica, por contraste, que posiblemente el autor no tiene claro lo que quiere decir.

(...)

3. Signo de interrogación.- Origen

El origen del signo es oscuro y se han formulado varias hipótesis[2]:

- Puede ser una estilización de Qo, abreviación de la palabra latina quaestio.

- Puede ser una modificación del signo de interrogación griego, que en su forma es idéntico a nuestro punto y coma.

- También se ha asociado el signo a la notación musical de las neumas.

- Parecido a la anterior es la hipótesis de que expresa gráficamente la entonación del hablante.

- Finalmente, hay quienes atribuyen la invención a personas concretas de la Antigüedad o la Edad Media.

Shanghái

«Shanghái», escritura correcta de este topónimo chino

La Fundación del Español Urgente aclara que Shanghái es la forma correcta para transcribir el nombre de esta ciudad del este de China.

Con motivo de la celebración en el 2010 de la Exposición Universal en Shanghái, se están escribiendo grafías incorrectas como Shangái, Shanghai o Sanghai... Es fácil que al transcribir al alfabeto latino topónimos de países y ciudades de África y Asia con frecuencia se presenten dificultades y así sucede con Shanghái. También conviene recordar que deben seguirse las reglas de acentuación del español y, así pues, llevan tilde las palabras agudas acabadas en vocal, incluidos los diptongos.

Por lo tanto, la Fundéu BBVA insiste en que la grafía correcta es Shanghái. En cuanto al gentilicio de esta ciudad es difícil de formar pero podría ser shanghaiano.

Tortuoso

«tortuoso» no tiene que ver con «tortura»

La Fundación del Español Urgente aclara que el adjetivo tortuoso no significa 'torturante' o 'con tortura'.

Tortuoso quiere decir 'que tiene vueltas y rodeos' y también 'solapado', y así se puede llamar «camino tortuoso» a un retorcido sendero de montaña o «argumentación tortuosa» a aquella en la que quien habla oculta maliciosa y cautelosamente su pensamiento.

Pero nada tiene que ver con la tortura, como parece darse a entender en noticias como «La CIA destruye cintas de interrogatorios tortuosos» o «Los ecologistas tienen en el punto de mira algunas fiestas populares que consideran especialmente tortuosas para los animales».

Lo que en ellas se quería decir es que «La CIA destruye cintas de interrogatorios en que se empleó la tortura» o que «Los ecologistas tienen en el punto de mira algunas fiestas populares en las que consideran que se tortura especialmente a los animales».

Pero, como recuerda la Fundéu BBVA, para ello no debe emplearse tortuoso, que no está emparentado con la palabra tortura.

viernes, 31 de julio de 2009

Moretón

Moretón

‘Cardenal (moradura de la piel)’. Esta es la forma originaria y la única usada en el español de América: «Le tocó a ella ponerle emplastos en los moretones» (Allende Eva [Chile 1987]); en España, moretón, forma preferida en zonas como Andalucía, Canarias o Cataluña, alterna con moratón, mayoritaria en el habla culta del centro peninsular: «El paso del tiempo iba borrando de los pechos las marcas de los mordiscos y los moretones» (Mendoza Ciudad [Esp. 1986]); «Tiene un moratón en la frente» (Merino Choz [Esp. 1987]).

Pirómano e incendiario

«pirómano», «incendiario»

La Fundación del Español Urgente recuerda que no deben confundirse los términos pirómano e incendiario.
Un pirómano es una persona que padece piromanía, un trastorno que se caracteriza por que quienes lo sufren disfrutan provocando fuegos y observando sus consecuencias; alguien, pues, que tiene una determinada enfermedad.
Sin embargo, en estos días es habitual encontrar en la prensa frases como: «Tres pirómanos detenidos en Córcega, donde han ardido más de 5.000 hectáreas», «Los pirómanos y las negligencias desencadenan una semana de incendios en la Comunidad Valenciana», «La Policía piensa en la existencia de más de un pirómano autor de los últimos fuegos en Teruel», en los que se utiliza pirómano con el sentido de 'persona que provoca incendios de forma intencionada', cuando debería emplearse el término adecuado, incendiario, y reservar pirómano para los casos en que se tengan pruebas de que quien provoca el fuego padece la mencionada enfermedad.
La Fundéu BBVA recomienda, pues, que solo se emplee pirómano para referirse a quienes padezcan el trastorno denominado piromanía, y que en el resto de los casos se utilice incendiario.

sábado, 25 de julio de 2009

Envergadura

«envergadura» no alude a «altura»

La Fundación del Español Urgente aclara que envergadura no alude a la altura.

Hablando de la torre de Hércules, un periódico escribía hace poco: «El faro romano se elevaba entre 34 y 36 m; con el alargamiento de 1791 se alzó otros 21, lo que le da la envergadura actual de 57 m».

Como se ve, la noticia se refiere a la altura del faro, pero resulta que envergadura no quiere decir 'altura' -confusión que aparece frecuentemente en los medios de comunicación-, sino 'distancia entre los extremos de las alas de un avión, o las de un ave cuando están abiertas', 'distancia de los brazos humanos completamente extendidos en cruz' o 'importancia, amplitud, alcance' (como en «Es un proyecto de gran envergadura»).

La Fundéu BBVA recomienda, pues, usar prudentemente la palabra envergadura y no emplearla nunca para significar 'altura' o 'tamaño'; en ese caso, utilícense estos términos u otros similares.

lunes, 6 de abril de 2009

Mar del Este y Mar del Japón

«mar del Este», solo en Corea

La Fundación del Español Urgente explica que el topónimo mar del Este (en lugar de mar del Japón) se usa solo en Corea.

En las informaciones sobre el lanzamiento de un misil de Corea del Norte aparece mencionado el mar del Este; ese nombre no tiene ninguna tradición en la toponimia en español y, por lo tanto, no es válido su uso en español.

El mar al que los coreanos se refieren con ese nombre es el que en nuestro idioma conocemos como mar del Japón, y es así, y no de otra forma, como debe llamarse en español.

La Fundéu BBVA avisa, pues, de que se comete un error al usar la denominación mar del Este y que la forma correcta en español es mar del Japón.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Dignarse

Dignarse

Como respuesta a una duda planteada por varias personas y que también se me presentó a mí misma no hace mucho tiempo, quiero dedicar esta entrada a la estructura correcta del verbo dignarse.

La duda está en si se escribe o no con preposición detrás y si esta preposición debe ser a o en. El Diccionario Panhispánico de Dudas resuelve la cuestión:

dignarse. ‘Tener a bien [hacer algo]’. Se construye con infinitivo: «El inválido no se digna mirarla» (VLlosa Fiesta [Perú 2000]). Es hoy frecuente, incluso entre hablantes cultos, anteponer al infinitivo la preposición a, uso que no hay por qué censurar: «Mamá Elena ni siquiera se dignó a recibirla» (Esquivel Agua [Méx. 1989]). Es incorrecto emplear en: Marca de incorrección.«Conti no se dignó en sopesar las ofertas de Dalmau» (Satué Carne [Esp. 1991]).

Se nota que este diccionario es más moderno que el María Moliner en el que el uso de dignarse a se considera vulgar. Pero mira que a mí lo que me suena vulgar es el uso sin preposición. En fin, que se puede usar sin preposición (lo más correcto) o con la preposición a.