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jueves, 31 de julio de 2008

Ortografía e Internet

La influencia de internet en la ortografía

29/07/2008

La aparición de las nuevas tecnologías, y especialmente de internet, ha afectado a todos los ámbitos de la vida. Internet no es el futuro más o menos inmediato, es el presente al que no podemos dar la espalda, en cuanto a la riqueza y a la variedad de recursos que nos está aportando. Sin embargo, durante los últimos años se está detectando que las faltas de ortografía crecen a pasos agigantados entre quienes el conocimiento de la ortografía y el de internet les ha discurrido en paralelo, un problema que afecta tanto en el nivel de Secundaria como en el universitario. Esta sensación generalizada es percibida especialmente entre los profesores, hasta el punto de que en algunas facultades de Periodismo han tenido que bajar el listón en lo que a cuestiones ortográficas se refiere. Seguramente, una medida de gracia para no hacer grandes cribas entre los alumnos.
Internet es un medio en el que, por regla general, se descuida sistemáticamente la herramienta más básica de comunicación, nuestro lenguaje. La transcripción fonética apocopada o sintética (excusa sólo válida para los SMS y los chats), que se basa en la ley de la economía y la fluidez, tan arbitraria como creativa, es muy peligrosa para jóvenes que se están formando. Si tomamos un muestreo de anuncios, notas, intervenciones en foros, etcétera donde se pueda analizar la lengua que espontáneamente se usa en internet, observaremos faltas ortográficas, unidas a abreviaturas del lenguaje usado en los mensajes del móvil y en conjunción con faltas de concordancia y la total ausencia de signos de puntuación. Todo esto hace que la comprensión de muchos textos escritos sea un auténtico ejercicio de interpretación.
En general, los estudiantes obvian, ya por sistema, las tildes, pero también se ve un aumento preocupante de confusiones entre «b» y «v», y «j» y «g», lo que, unido al cambio de «k» por «q» y de «y» por «ll», y a la omisión de la «h» o su colocación en lugares inadecuados, hace que la situación sea de tener en consideración, sobre todo si pensamos que incluso hay alumnos que hacen uso de su lenguaje SMS en los exámenes.
Para saber escribir bien, sin faltas de ortografía, no hace falta haberse sacado el doctorado, ni tan siquiera haber ido a la Universidad. Es algo muy básico al alcance de cualquier persona que haya ido al colegio, independientemente de su nivel cultural, porque es allí donde nos enseñan a leer y a escribir correctamente, o, al menos, debiera ser así. Aunque la realidad, aparentemente, es otra y pudiera deducirse que entre los alumnos de Secundaria se están produciendo «analfabetos funcionales» con grave déficit de redacción y expresión y sin haber aprendido los conceptos necesarios para comunicarse en su propia lengua. De todos estos problemas no se puede exculpar a los gobiernos autonómicos con otra lengua reconocida además del castellano, que han ido quitando preocupantemente horas lectivas de castellano en los colegios y haciendo bandera de su diferenciación lingüística como prácticamente la única base para otro tipo de reivindicaciones.
El problema de la ortografía, como el del habla, no es sólo de la escuela; es un problema social en el que intervienen, además, la escuela, la familia y la sociedad en general, y eso se ha descuidado mucho, hasta el extremo de que ya donde quiera hay una falta de ortografía escrita. Es, por tanto, un problema de todos.
Es una mala práctica el hecho de utilizar voluntaria o involuntariamente un lenguaje para ahorrar caracteres en lugares donde el límite de caracteres no existe, puesto que ello agudiza más el problema. Hagamos un pequeño esfuerzo e intentemos utilizar correctamente nuestra lengua, por nuestros destinatarios, por el bien del lenguaje y por nuestra imagen, en especial cuando redactemos nuestras intervenciones, textos, etcétera, en internet, para que el texto no degenere en una sucesión de errores ortográficos, ya que los jóvenes aprenden cada vez más a través de la Red.
Fátima Fernández Méndez, LNE

miércoles, 23 de julio de 2008

¡Vaya pisos!

Y todos nos quejábamos de los mini-pisos de 30 metros cuadrados. Ahora mi casa me parece un palacio.

Esperemos que los precios sean proporcionados, por lo menos.

Es que ni para archivo...





Masoquismo

Masoquismo

En la primera edición de su celebérrimo tratado Psychopathia sexualis (1886), el neuropsiquiatra
alemán Richard von Krafft-Ebing acuñó el término Masochismus para designar una parafilia en la que el placer sexual se asociaba al dolor propio o la propia humillación. Es bien sabido que formó este término a partir del nombre del escritor austriaco Leopold von Sacher-Masoch (1836-1895), autor de novelas como Venus im Pelz (La venus de las pieles) en las que se describe perfectamente esta variante sexual. Menos sabido es que, a diferencia de lo sucedido con Sadismus, el término Masochismus se acuñó en vida del propio Sacher-Masoch, lo cual le valió a Krafft-Ebing un alud de protestas y críticas por parte tanto del gran escritor como de muchos de sus lectores. Resulta, desde luego, fácil de entender el rechazo a admitir que el nombre de un novelista conocido se relacionara con algo que, en la terminología de la época, estaba considerado como una «perversión sexual». De ahí que, en posteriores ediciones de la obra, Krafft-Ebing se detuviera en justificar la pertinencia del nombre que había escogido, y que finalmente terminó por imponerse.

Panacea

jueves, 17 de julio de 2008

Prohibido fijar carteles... en castellano

Rotular en español está prohibido en las Islas Baleares

15/07/2008

Baleares es, con diferencia, la comunidad autónoma española que incumple en mayor medida el bilingüismo en la rotulación de los espacios públicos. De hecho, en abril puso en marcha una campaña informativa entre los 30.000 trabajadores de instituciones públicas en la que les recordaba, entre otras cosas, que señalizar en castellano está prohibido. Y, por supuesto: "No se pueden hacer versiones bilingües".

La actual directora de Política Lingüística, Margalida Tous, del nacionalista Partido Socialista de Mallorca (no confundir con el PSOE) y ex alcaldesa de Artà, fue la encargada de anunciar la campaña, y argumentó su necesidad en que "el uso del catalán se ha relajado en los últimos tiempos".

Si hablamos de señalización, los miedos de Tous parecen exagerados. Toda la información oficial nueva está sólo en catalán. En los edificios públicos que dependen de Gobierno autonómico el castellano sólo aparece en los carteles viejos. Este predominio aplastante contrasta con el que se observa en el sector privado, donde la presencia del castellano es apabullante.

Tras la eliminación total del catalán durante el franquismo, la democracia comenzó un proceso de normalización, es decir, de devolución de los derechos lingüísticos y potenciación de las lenguas reprimidas. Todos los pasos que en Baleares se han dado en esta dirección han sido a imitación de Cataluña. El primero fue el reconocimiento de cooficialidad del catalán junto al castellano en la Constitución de 1978 y el Estatuto de Autonomía balear de 1983. Sin embargo, los cambios no empezaron a notarse en la calle hasta la publicación de la Ley de Normalización Lingüística de 1986 (Cataluña tenía la suya desde 1983). Aprobada por el Gobierno de Gabriel Cañellas (PP), establecía el catalán como lengua de la Administración autonómica. Claro que, en aquel momento, las competencias en Educación y Sanidad no estaban transferidas; llegaron en 1998 y 2003, respectivamente.

La nueva normativa cambió la señalización y la rotulación. Lo primero fueron los topónimos de las Islas, que pasaron a tener "como única forma oficial la catalana". Las Islas Baleares pasaron a llamarse Illes Balears, Ibiza era Eivissa, Ciudadela era Ciutadella, La Puebla era Sa Pobla, etcétera. Todos los nombres oficiales de poblaciones, municipios, territorios y vías de comunicación interurbanas volvieron a tener su nombre en catalán. En cuanto al de las calles, fueron los ayuntamientos los que poco a poco fueron cambiando las placas. Actualmente, no queda ni una que ponga calle; todas son carrer.

Esto no quiere decir que se cambiara el nombre de la calle. Hasta la promulgación de la Ley de Memoria Histórica, la ciudad de Palma ha mantenido la mayoría de los nombres impuestos durante el franquismo. La calle Capitán Salom pasó a ser Capità Salom, Paseo Marítimo a Passeig Marítim y Cecilio Metelo Cecili Metel.

El Govern de Cañellas dispuso en el artículo 15 de la Ley de Normalización que "la rotulación pública se hará en lengua catalana". El castellano sólo se emplearía si "así lo aconsejan las circunstancias sociolingüísticas". En este caso, cuando se hiciera alguna señalización bilingüe, "a primera versión debe ser la catalana".

El único ámbito en el que la ley obligaba a utilizar los dos idiomas era en los servicios de transporte público, los impresos, los avisos y las comunicaciones al servicio público.

Cuatro años después se avanzó en la normalización. La nacionalista Maria Antonia Munar, de Unió Mallorquina, redactó como consejera de Educación –gobernaba en coalición con el PP– el decreto 100/1990, que prácticamente eliminaba el castellano de la Administración balear. Sus artículos eran tan revolucionarios que quedaron en el olvido durante años.

Nadie los recordaba hasta que la actual directora de Política Lingüística del Govern, Margalida Tous. El 29 de abril, coincidiendo con el 22º aniversario de la Ley de Normalización Lingüística, anunció el reparto de los citados 30.000 folletos-recordatorio.

Carteles viejos en castellano

Transeúntes y conductores sólo pueden informarse en catalán. Se limita, además, la posibilidad de que se hagan versiones bilingües a circunstancias sociolingüísticas de especial trascendencia", es decir, que es menos permisivo en este aspecto que la Ley de 1986. Y que se deben redactar en catalán las inscripciones y rotulaciones que identifiquen bienes muebles e inmuebles. El avance de la normalización es visible sobre todo en los hospitales. El viejo Son Dureta posee todavía carteles sólo en castellano, pero los nuevos Son Llàtzer, Comarcal de Inca y Mateu Orfila de Menorca tienen toda la señalización exclusivamente en catalán.

A pesar de todo, al caminar hoy por las calles de Palma –ciudad que concentra casi la mitad de los ciudadanos de Baleares– se recibe mayoritariamente información en castellano. La gran mayoría de los negocios privados prefiere rotular en esta lengua. Incluso se pueden encontrar restaurantes en pleno centro con la información en castellano, inglés y alemán, pero no en catalán. Enfrente del mismísmo Parlament hay una peluquería con toda la rotulación del escaparate sólo en castellano. No obstante, las indicaciones de obras, las alcantarillas, las placas de las calles, las señales de aparcamiento, turísticas, etcétera, están sólo en catalán.

Para intentar cambiar esta discrepancia, el Govern ha promulgado la Ley de Comercio, que multará con hasta 15.000 euros a los que no rotulen al menos en catalán. Hasta ahora, sólo se conoce la apertura de expediente a siete comercios que no se expresaban ni en catalán ni en castellano. En el resto de poblaciones de Mallorca la presencia del castellano es sensiblemente menor. Existe en la Isla la creencia, parcialmente cierta, de que en Palma se habla el castellano y en el resto el catalán. Casi el 100% de la información oficial y privada de los pueblos está sólo en esta última lengua. Sólo en las localidades de mayor densidad de población, como Manacor, Inca y Calvià hay una presencia palpable de comercios rotulados en castellano.

Ibiza y Menorca

En Ibiza ciudad, según estimaciones de este diario, sólo el 25% de los comercios eligen el catalán. Sin embargo, en Mahón (Menorca) la rotulación privada es más equilibrada. Como ejemplo, los dos estancos más céntricos de la ciudad menorquina rotulan en diferentes idiomas, uno en catalán y el otro en castellano.

La presión de la Administración balear sobre la rotulación en castellano contrasta con la proliferación de otras lenguas no oficiales. En zonas turísticas de Mallorca como S’Arenal y Magaluf, los comercios utilizan exclusivamente el alemán o el inglés. En Formentera también hay comercios que rotulan sólo en italiano, ya que en verano casi todo el turismo procede de ese país.

Manuel Aguilera El Mundo Palma de Mallorca.

jueves, 10 de julio de 2008

Cuando menos y cuanto menos

Cuando menos y cuanto menos

Las expresiones cuando menos y cuanto menos tienen significados diferentes que, sin embargo, a veces se confunden en los medios de comunicación y en el uso cotidiano de la lengua.

La Fundéu BBVA explica que cuando menos es una expresión que indica el límite mínimo aproximado de una cantidad («había, cuando menos, veinte coches aparcados») o una matización a algo dicho anteriormente («se había enojado por el comentario o, cuando menos, se había molestado algo»). Señala también que cuando menos se puede sustituir por otras expresiones de igual significado como por lo menos y como mínimo.

Respecto de la locución cuanto menos, se utiliza en expresiones en las que dos elementos de una misma frase están relacionados entre sí de tal forma que si varía la cantidad a la que alude uno de ellos, también varía la que señala el otro, como «cuanto menos tengamos que pagar, más dinero nos quedará para otras cosas».

Revista Donde dice..., Fundéu.

lunes, 7 de julio de 2008

Atender en euskera

Savater ve arbitrariedad en obligar a comercios a atender en euskera

03/07/2008

El pensador y escritor vasco Fernando Savater considera una "arbitrariedad" que el Gobierno de Juan José Ibarretxe quiera imponer la obligación de que todos los comercios vascos puedan atender en euskera en el plazo de cuatro años.

Savater hizo estas declaraciones a Servimedia en referencia al decreto aprobado este martes por el Ejecutivo vasco, en el que establece que los comercios de la comunidad deben tener antes de 2012 alguien que hable euskera.

Según el escritor, el "Manifiesto por la lengua común", en el que se defiende el castellano, ha sido promovido precisamente para combatir "arbitrariedades" como ésta.

"Nadie puede ser obligado ni a hablar, ni a estudiar, ni a expresarse, ni a vivir" en las lenguas autonómicas, agregó, puesto que "esas lenguas no son obligatorias, sino optativas".

Destacó que la lengua oficial de España es el castellano, por lo que no se puede obligar a un comercio a atender en euskera, ya que es potestad del dueño del establecimiento utilizar el idioma que quiera.

Servimedia



Español en EEUU

José Ma. Ansón: "Casi cincuenta millones" hablan español en EE. UU.

03/07/2008

Estados Unidos es ya el segundo país hispanohablante del mundo tras México. Casi 50 millones de personas se expresan en español, si contamos los inmigrantes irregulares. Más de 6 millones de estudiantes están matriculados en castellano en los diversos niveles de la enseñanza pública. La suma de todas las demás lenguas –francés, alemán, italiano, portugués, ruso, japonés, chino…– es inferior a la demanda de los estudiantes en español. Las minorías hispanas en Estados Unidos ya no ocultan su origen. Se sienten orgullosas del idioma que afirma su identidad cultural. García Márquez ha declarado que considera a Estados Unidos un país bilingüe.

Más de 450 millones de personas hablan español en todo el mundo. Es una cifra apabullante. Francisco Moreno y Jaime Otero han publicado un impresionante Atlas de la lengua española en el mundo. En Brasil, el gigante iberoamericano, el estudio de la lengua de Neruda y García Lorca es oficial. En Suecia, Noruega, Alemania, Japón, Corea o China, por citar sólo ejemplos relevantes, el español es el segundo idioma que se estudia, después del de Shakespeare y Bernard Shaw.

El inglés es la lengua franca del mundo y representa tal vez al 70% como idioma internacional. El español figura destacado en el segundo puesto. Como lengua nativa, el castellano es ya la primera por delante del inglés porque el chino no es un idioma internacional y además resulta difícil de-senmarañar la madeja dialectal de aquella inmensa nación. Ese dato revelador del español como lengua nativa internacional más hablada del mundo lo recoge Ángel López García en un libro científico copiosamente documentado.

Ángel Martín Municio dirigió, antes de fallecer, un estudio para la Fundación Santander en el que se llega a una conclusión reveladora: la lengua castellana genera económicamente para España el 15% de nuestro producto interior bruto, lo que la instala entre los renglones más robustos de la economía nacional. Rogelio Blanco me ha enviado libros reveladores en esta línea, así como los estudios de Juan Carlos Jiménez y Aránzazu Narbona.

Además de constituirse como el gran tesoro cultural de nuestra nación, resulta que el idioma español se ha convertido en un excelente negocio. Está claro que ese factor, que tiene sin duda alta importancia, a mí me importa mucho menos que la dimensión cultural.

El catalán es un bellísimo idioma español hablado por 3 millones de personas, un vaso de agua clara, según la expresión de un escritor andaluz, cuando la lengua de Pla sufría persecución dictatorial. El castellano es otro bellísimo idioma español hablado por 450 millones de mujeres y hombres en todo el mundo, entre los cuales están los 7 millones que viven en Cataluña.

Todos estos datos que acabo de resumir convierten en una soberana estupidez el acoso que el castellano sufre en estos momentos en Baleares, Cataluña, País Vasco y Galicia. Nacionalistas trasnochados y decimonónicos están haciendo un daño gravísimo a los escolares de estas regiones porque el conocimiento de la lengua castellana es un vehículo utilísimo de comunicación internacional. Con tal de acumular nuevas parcelas de poder, grupúsculos de políticos voraces no vacilan en perjudicar a sus conciudadanos. ¡Qué error, qué inmenso error! La estúpida persecución del castellano lesiona la cultura en su entendimiento más profundo, limita el desarrollo económico de las nuevas generaciones, fragiliza la creación artística, oscurece el trabajo de investigación en el mundo de la ciencia y la Universidad.No se trata, en todo caso, de defender el idioma español, que se defiende solo. Se trata de defender el derecho fundamental del ciudadano a educar a sus hijos en la lengua vehicular de España.

En los dos últimos años he dedicado esta página, al menos en cinco ocasiones, a exponer la realidad cultural del español y a denunciar la persecución de la que es víctima. Me alegra infinito que se haya puesto en marcha una campaña en este sentido, con Vargas Llosa al frente, y tengo la esperanza de que no se politice. La lengua española no es un arma arrojadiza para arremeter con ella contra el partido rival y llenar así la cesta de los votos. Es un derecho cívico, un torrente de agua clara, una maravillosa realidad cultural de la que tenemos la suerte histórica de disfrutar cerca de 500 millones de hispanohablantes.

El Cultural

jueves, 3 de julio de 2008

Manifiesto por el castellano

Intelectuales firman un manifiesto en defensa del castellano como lengua común

19/06/2008
Un grupo de intelectuales presentará el próximo lunes en Madrid un manifiesto en el que reivindican la importancia del castellano "como lengua común para el juego de la democracia" y reclaman al Parlamento que garantice "en todo el territorio nacional" los derechos de quienes opten "por la lengua común".
La declaración, titulada "El Manifiesto por una lengua común", está suscrita por un grupo de intelectuales, muchos de ellos próximos a la formación liderada por Rosa Díez Unión, Progreso y Democracia (UPyD). Entre ellos destacan Mario Vargas Llosa, que manifestó su apoyo a UPyD en su constitución, o los escritores y pensadores Fernando Savater, Álvaro Pombo o Carlos Martínez Gorriarán.
El manifiesto será presentado el próximo lunes en el Ateneo de Madrid para reivindicar la importancia del castellano en la política "y su posición asimétrica respecto al resto de lenguas oficiales españolas, de alcance circunscrito a las autonomías bilingües".
"Bajo esta premisa y a partir del texto los firmantes solicitan al Parlamento las modificaciones o esclarecimientos tanto constitucionales como estatutarios que garanticen en todos los campos y en todo el territorio nacional los derechos de quienes opten por la lengua común", explican.
El texto también estará firmado por la historiadora Carmen Iglesias, Aurelio Arteta, Félix de Azúa, Albert Boadella, Carlos Castilla del Pino, Luis Alberto de Cuenca, Arcadi Espada, Alberto González Troyano, José Luis Pardo, Ramón Rodríguez o José María Ruiz Soroa.

Pronunciar un discurso

Pronunciar un discurso, no ofrecer un discurso

La Fundéu ha observado que en ocasiones se utiliza la expresión errónea ofrecer un discurso. En los medios de comunicación, tanto escritos como audiovisuales, se leen y oyen con bastante frecuencia frases como estas: «Mientras Bush ofrecía su discurso, pacifistas exigían frente a la Casa Blanca la salida inmediata de todas las tropas de Irak», «Cuando la mandataria chilena ofrecía su discurso, y sin percatarse que su micrófono estaba abierto, el presidente Nicanor Duarte dijo…», «El ex presidente del Gobierno español ofreció su discurso en la sede de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas». La Fundéu explica que el verbo ofrecer no es el adecuado cuando se habla de discursos y que en su lugar debe usarse pronunciar.

Por lo tanto, en las frases anteriores lo correcto habría sido escribir: «Mientras Bush pronunciaba su discurso, pacifistas exigían frente a la Casa Blanca la salida inmediata de todas las tropas de Irak», «Cuando la mandataria chilena pronunciaba su discurso, y sin percatarse que su micrófono estaba abierto, el presidente Nicanor Duarte dijo…», «El ex presidente del Gobierno español pronunció su discurso en la sede de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas».
Revista Donde dice..., Fundéu.