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martes, 16 de septiembre de 2008

Chotis y Scotland Yard

Chotis y Scotland Yard

Parece difícil encontrar algo más tradicional y típicamente madrileño que el castizo chotis, ¿verdad? Pues lo cierto es que, al menos desde el punto de vista etimológico, lo difícil será más bien encontrar una palabra más extranjera que esa.

Entre los bailes populares de los campesinos británicos, genéricamente llamados country dances —o, en traducción macarrónica que hoy nos parece natural, 'contradanzas'—, a comienzos del siglo XVIII se popularizó en Francia uno procedente de Escocia, con acompañamiento de gaitas, y al que nuestros vecinos transpirenaicos dieron el nombre de anglaise o écossaise (escocesa).

Entre 1800 y 1830, esta danza, ya afrancesada, se hizo muy popular en Alemania, donde músicos de la talla de Beethoven, Schuber o Chopin compusieron écossaises para piano. Por la misma época, y por evolución de este baile escocés que habían recibido a través de Francia, surgió en Alemania una variante de la écossaise a la que se dio por nombre Schottisch (palabra alemana que significa 'escocés') y no estuvo en boga más que un par de generaciones, pues hacia 1840 fue desplazada por la polca de procedencia checa.

Más fortuna tuvo este baile, el Schottisch, fuera del área germánica, pues se paseó por toda Europa al hilo de la moda para asentarse fuertemente en España, y sobre todo en Madrid, donde a finales del siglo pasado llegó a convertirse en el baile preferido de chulapos y chulapas.

De este modo, el Scottisch, ya castellanizado a chotis, se convirtió en seña de identidad musical de las clases populares de Madrid, y así se ha mantenido hasta nuestros días, en que sigue siendo pieza obligada en cualquier verbena popular que se precie.Estas cosas tiene la etimología, tan traviesa ella, que a partir de la tradición alemana del nombre francés de un baile escocés, puede dar a luz el más castizo de los vocablos.

En cuanto a Scotland Yard, es tan solo una pequeña calle en el corazón de londres, entre la plaza de Trafalgar y el Támesis, que albergó en tiempos un palacio en el que se hospedaban los reyes de Escocia (en inglés Scotland) durante sus visitas a la capital de Inglaterra.

Cuando en 1829, sir Robert Peek fundó la policía metropolitana de Londres, primera policía moderna del mundo, situó su cuartel general en el número 4 de Whitehall Place, cuya parte trasera daba a la calleja de Scotland Yard, y por este nombre la conoció rápidamente el pueblo londinense.Y dicho nombre ha conservado hasta ahora, aunque hace ya más de un siglo que Scotland Yard abandonó su antiguo cuartel general de Scotland Yard por instalaciones más modernas.

Efectivamente, en 1890 la policía metropolitana se trasladó a unos edificios nuevos ( New Scotland Yard) situados a poca distancia, en el Victoria Embankment, y en 1967 volvió a trasladarse, esta vez algo más al sur de la City, cerca de la abadía de Westminster. Es difícil, empero, acabar con las tradiciones, de modo que, pese a tantas mudanzas, tanto en Inglaterra como en el extranjero, todo el mundo, sin excepción, sigue llamando Scotland Yard a la Metropolitan Police of London:


Autor

Fernando A. Navarro

lunes, 15 de septiembre de 2008

Prohibido hablar en castellano

Un colegio balear prohíbe hablar en castellano en el centro incluso a los padres

Libertad Digital

Baleares se ha convertido en una de las comunidades más vanguardistas en la aplicación de leyes de inmersión de lingüística. Según informa El Mundo este miércoles, el colegio de Son Caliu de la localidad de Calvía prohíbe totalmente utilizar el castellano en el centro escolar ni permite a los padres dirigirse en castellano ni en las reuniones con los profesores ni en presencia de sus hijos. De hecho, la escuela tiene alumnos de diversas nacionalidades lo que ha provocado que muchos hayan cambiado de centro.

(Libertad Digital) Este colegio de Calviá ha prohibido utilizar el castellano durante las clases pero también en las reuniones de padres y en la comunicación entre padres e hijos en el interior del centro. De hecho, una de las particularidades de la escuela es la diversidad de nacionalidades de los alumnos en los que hay hijos de alemanes, ingleses, de la península y de Baleares.

El Gobierno autonómico, formado por socialistas y nacionalistas, aprobó una ley de inmersión lingüística a imitación de la de Cataluña. Su objetivo era igualmente conseguir una marginación total del castellano. Enn la Educación optaron por disfrazar este fin con una teórica enseñanza trilingüe, en catalán, castellano e inglés. Sin embargo, en la práctica no es así y el catalán se ha convertido en la lengua vehicular.

A todo esto se une la militancia abiertamente catalanista de la directora del centro. Ante esta política del colegio, muchos padres han decidido cambiar a sus hijos de colegio. "A principios del curso pasado, la dirección y los profesores explicaron que la enseñanza iba a ser cien por cien en catalán. Y que las reuniones se celebrarían en este idioma. Los niños no podían vernos hablar en español, debíamos utilizar el catalán para hablar con los profesores", explicó una madre de una alumna de cuatro años.

Otros padres aseguran que las asambleas se convertían en auténticas batallas. En este sentido, las familias extranjeras eran las más sorprendidas "que no entendían muy bien por qué no nos hablaban en español. Iban allí con el ánimo de participar y de colaborar y se marchaban indignados".

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Sonido de la equis

Sonido de la equis

En los noticiarios de radio y televisión se comete de vez en cuando el error de pronunciar la letra equis como /ks/ en palabras en las que no es ese su sonido. Son pocas las palabras en las que la equis no suena como /ks/ sino como /j/, pero dos de ellas salen con cierta frecuencia en las noticias por tratarse del nombre de dos lugares importantes: un país, México, y un estado de los EE. UU., Texas. Se trata, en ambos casos, de la grafía antigua del sonido que actualmente se representa en español con la letra jota; por lo tanto, el nombre de ese país no debe pronunciarse /méksico/ sino /méjico/, y el nombre de ese estado no suena /teksas/ sino /tejas/. La Fundación del Español Urgente recomienda que se preste especial atención a la pronunciación de esos topónimos y también de otros de ciudades mexicanas, como Oaxaca (se pronuncia /oajaca/), Xalapa (se pronuncia /jalapa/), etc.

Ocurre lo mismo con el apellido Ximénez, que en algunos casos conserva la grafía antigua pero no por ello debe pronunciarse distinto de /jiménez/. Además, en España es muy conocido un vino dulce que toma el nombre de la uva con la que se elabora: la pedro ximénez, y no es raro oír pronunciaciones incorrectas como /pedro shiménez/ o /pedro ksiménez/.